10 de febrero de 2008

Pudo ser

Quise entregar mi alma envuelta en papel celofán y ofrecer mi corazón en una bandeja de plata pulida especialmente para la ocasión.

Dentro de una colorida bolsa de papel, adornada con primorosas cintas arregladas en rosetones puse mi cuerpo relleno con mil sentimientos, para que hicieses lo que quisieses con ellos... pero olvidé no olvidar que la pasión irrefrenable no es suficiente para hacerme olvidar lo que soy, lo que anhelo y necesito.

Dejé mis miedos de lado, confiada en las lindas palabras que el viento traía hasta mi, derribé con mazos los sólidos muros que para protegerme hace mucho construí, y escondí en lo profundo de un secreto cajón, la armadura de acero que solía utilizar.

Te ofrecí mi cuerpo, mi alma y mi corazón,como nunca antes, y sin reproches de ningún tipo te dejé, como a pocos, llamarme amor... ilusionada, casi embobada imaginé caminos para recorrer de a dos y pensé en mil formas de hacerte feliz. Anhelé repetir en innumerables ocasiones las noches y amaneceres compartidos, la complicidad de una cama humedecida y desordenada, las mañanas calurosas en las que tu piel desnuda reposaba junto a la mía y el balance perfecto de nuestros cuerpos maravillosamente unidos.

Lo sabías y lo sé,muchos años y mil experiencias vividas no lograron lo que tú y aún asi no fuiste capaz de reconocer el increible regalo que puse ante tí... te quedaste con mucho por descubrir.

Y sí, mimada y consentida soy, lo he estado la vida entera y eso, defecto o no, es algo que no estoy dispuesta a cambiar. No fui creada para escenarios humildes, para teatros a medio llenar, ni guiones mediocres... soy, en el fondo, una gran estrella y como tal necesito mil luces sobre mí, más toda la atención y valoración... como un niño malcriado, no quiero, no acepto menos que todo para mí.

Dañaste mi ego y trizaste mi corazón, pero no he perdido como tú. Aún me esperan, lo sé, elegantes y enormes escenarios que desean realice mi sincera presentación,y tú pudiendo disfrutar de un espectáculo tan novedoso como único, te conformaste sin mas con las primeras líneas de lo que pudo ser la más grande historia de amor.

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