Quiero sentir tus manos sobre las mias y tus suaves labios rozando delicadamente mi piel, mientras con tu aliento acaricias mi rostro y tu mirada busca, urga en la mía, en busca de respuestas y preguntas por responder.
Quiero llegar a casa cansada y encontrarte descalzo en mi cama, undirme en tu pecho tibio y sentir como me rodeas con tus brazos, encontrar en tus ojos y en el caracol de tu oreja, esa tranquilidad que siento cuando estoy a tu lado y que me hace olvidar todo lo que no sea tu y yo.
Quiero que me esperes paciente y que estés en las muchas oportunidades en las que deseo olvidar el mundo y desaparecer...sueño con que estés ahí, de pie frente a mí, porque cuando no quiero nada, sólo quiero que estés, calmando mi tristeza con la inmensa paz que me llena, cada vez que a mi lado estás.
Quiero poder entenderlo todo y saber que es lo que debo hacer y que estés ahí, esperando paciente que corra, como siempre, hacia ti... hacia ti que eres mi soporte, que iluminas mi día y eliminas mis temores solo con aparecer.
Quiero que me acompañes a caminar, que me abraces con fuerza para no dejarme ir, para contener mi ira y enjugar las lagrimas que llegan y caen sin razón, que llegan a mis ojos sin avisar.
Quiero que seas tu, pero no lo serás y que deberé esperar paciente a quien me haga sentir como tú, a quien tomará mi mano entre las suyas y me regale con un simple beso, toda la tranquilidad que necesito para continuar.
30 de noviembre de 2008
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