14 de febrero

Hoy es un día especial, comercial como todos las celebraciones de calendario, pero especial.

El amor flota en el aire, quizás por influencia de los miles de corazones que inundan las tiendas, los cientos de anuncios que repletan los medios de comunicación y las decenas de vendedores de flores apostados en las esquinas de la ciudad.

Quizás se deba a la importancia mediatica y comercial, pero siempre es agradable sentir como los sentimientos afloran y vuelan con el viento, llenandolo todo con su agradable e inconfundible aroma.

Hoy es un día como todos los de febrero, pero es diferente en lo esencial, tal como dije antes, puedo sentir los besos viajando por los cielos,asi como abrazos y te quieros susurrados, arrastrados por suaves brisas desde lugares remotos... Del mismo modo logro sentir el vacío de muchos, la soledad de tantos y el rencor de cientos a los que la vida no les ha enseñado aún a disfrutar de lo real, de lo que se tiene, de lo que está a centímetros de nuestras manos y de los pequeños, sencillos, gratuitos y siempre presentes, placeres de la existencia.

Asumo que a menudo me siento sola, que muchas veces he añorado un par de brazos fuertes rodeandome con ternura y unos labios recorriendo con curiosidad y lujuria mi piel, pero también es cierto que ha ocupado infímos segundos de mi enegía vital.

Pocos somos los que logramos apropiarnos del amor extraño y hacerlo propio, de valorar el calor tibio de la tarde chocando con nuestra piel como el aliento de un enamorado, pocos logran asimilar que las hojas que nos envuelven al ser arrastradas por el viento, como mil alas de mariposas, son caricias enviadas por aquellos que nos extrañan... pocos saben que el aroma de las flores, las risas de los niños, el sonido de los besos y los secretos de los amantes se mezcla con el aire, llenandonos de amor con cada inspiración.

Feliz día de los enamorados.