Me encantan las mariposas y verlas volar sobre mi, pero sentirlas EN MI, provocan algo tan extraño que muchas veces las envenené premeditadamente.
Por mas q lo intente, existen personas que hacen que , de un modo desconocido, entren a través de su mirada en mí.
Puedo sentir como revolotean en mi estomago, como vuelan y se multiplican en él y aunque la sensación me gusta, un miedo oscuro acompaña cada moviemiento de sus pequeñas y suaves alas... y siento como me acarician desde dentro, mientras buscan el camino hacia mi esquivo corazón.
Y si, el miedo se apodera de mis actos, de mis palabras y de mis pies q pronto se preparan a salir corriendo, pero a veces y a pesar de todo, siento la necesidad de superar mis temores y volar con ellas, las pequeñas criaturas aladas q habitan en mi, hacia lo mas profundo de mi alma.
De pie me encuentro en el trampolín mas alto... saltar o no saltar es la cuestión.
20 de enero de 2008
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