Pasta de mamá

Creo que al fin descubrí porque nunca me gustaron las pastas Luchetti... definitivamente no tengo pasta de mamá.
Quizás sea mi propia inmadurez, mi desorden o la completa indisciplina con que llevo mis días, pero a veces el camino se pone cuesta arriba y tengo ganas de parar. Lo malo es que no puede detenerse el movimiento del mundo solo por que tengo deseos de hacerlo.
Problemas de aprendizaje, hiperactividad,poca tolerancia a la frustación, lagrimas y risas a flor de piel, se contraponen con mis intenciones de ayudarte a estudiar, a crecer, a madurar... igual que yo que en medio de un ejercicio de matematicas encuentro historias de amor entre los numeros, tu juegas a descifrar el destino entre las sumas y a encontrar personajes ocultos entre los parrafos de un poema de Neruda... y no puedo ayudarte porque me he perdido entre los caminos interminables de mi imaginación.

Te hablo y no escuchas, te muevo y no me sientes, te grito y me miras como si recien te hablara, entonces la impotencia llena mi corazon porque no puedo alcanzarte, no logro mantener tu atención , ni tus pies pegados al suelo...como madre debo intentar evitar tu vuelo, pero me elevo junto contigo.

No estoy preparada para ser la madre que mereces, que necesitas, pero no hay salida ya estamos aqui tu y yo. Por momentos siento pena, rabia, dolor e intento imaginarme sin ti y concluyo que si pudiera volver el tiempo atrás... volvería a elegir tenerte aquí.

Te amo monito mío...aunque la mitad del tiempo tenga ganas de matarte.