Punto en la creación.

Hoy soy el espacio entre los puntos suspensivos en medio de un extenso escrito,el segundo que nos toma respirar para continuar gritando o la soledad de una pequeña hoja que forma parte de aquel poderoso roble.

En medio de miles de caracteres, de infinitos decibeles y ramas, no puedo evitar esta sensación de insolita soledad que me embarga.

Y es que el pequeño punto que junto a otros forma el punto suspensivo que necesita mi oración, siente que a pesar de todo, de su necesaria presencia y de la compañia de sus pares, hoy está solo... solo en su espacio, alejado por milimetros kilometricos de los demás. Sabe que forma parte de un todo, que es necesario, pero no logra comprender su indispensable función.

Y acompañado se siente solo y solo se siente perdido, no sabe como huir de un texto que no comprende, como crecer para convertirse en coma o punto aparte. Quiere crecer, quiere cambiar y mantenerse en el mismo lugar. Es imposible y lo sabe, pero decidir es mas dificil que continuar.

Le gusta la pequeña autonomía que le brinda su lugar en la historia que ayuda a crear, pero anhela inventar frases nuevas que nadie mas pueda igualar. Con miles de vocablos conocidos, escritos, narrados y vueltos a contar, pretende nuevas frases inventar, invirtiendo el orden pretende desordenar para organizar.

Un infimo segundo toma el respirar para volver a entonar, pequeño parece pero indispensable es para continuar, mas no comprende que sin él el cantante no lo puede lograr.

El segundo espera compañía, anhela un segundo mas, pero sabe que si acepta ese abrazo, el producto que ama tendrá que cambiar.

Me siento sola hoy, como la hoja que en el arbol rodeada de mil más está, añoro un abrazo que no estoy dispuesta a aceptar, sin embargo y pesar de todo deseo que me acaricien sin parar. Necesito compañia y solicito amor, pero a ratos como el compás de un tambor, como el brillo intermitente de mi corazón.

Deseo muchas cosas, porque sola me siento hoy... quizás solo una caricia termine con esta sensación.